Vitamina D, la «vitamina del sol».
Nuestro cuerpo crea esto en nuestra piel con la ayuda de la luz solar. Se acerca el invierno, por lo que es posible que no tengamos tanto sol como nos gustaría. No se preocupe, también puede obtener vitamina D en su dieta. Echemos un vistazo …
La SACN (2016) reconoce dos tipos principales: vitamina D2 y D3.
Las carnes rojas, las yemas de huevo y el pescado azul son fuentes alimenticias ricas en D3.
Los hongos silvestres contienen D2 y es posible que los alimentos fortificados (cereales, leche, etc.) contengan uno o ambos.
De abril a septiembre, la mayor parte de la vitamina D se puede producir a partir de nuestra piel. Dado que ahora es octubre, las noches oscuras están llegando y obtener nuestra vitamina D de los alimentos es esencial. ¿Pero por qué?
¿Por qué la vitamina D?
La ingesta de vitamina D se ha asociado con un mejor rendimiento muscular y neuromuscular (¡que involucra al cerebro!). Es importante destacar que las bajas concentraciones de vitamina D se han asociado con una mala salud musculoesquelética (músculos y huesos). Las recomendaciones que nos brindan están destinadas a ayudar a proteger a la mayoría de la población. La vitamina D también desempeña un papel en el control del calcio (¡salud de los huesos!) y el fosfato en nuestro cuerpo. Los atletas pueden entrenar en interiores, lo que significa que es probable que no reciba mucha luz solar, que practique un deporte de invierno o que tenga la piel más oscura, lo que dificulta la producción de vitamina D.
Con esto en mente, es bueno comenzar a pensar en incluir vitamina D en su dieta. Consulte a un profesional médico y / o dietista, quien puede referirse a análisis de sangre para diagnosticar una deficiencia, antes de considerar la posibilidad de tomar suplementos innecesariamente. Sin embargo, se recomienda que consideremos estrategias como tomar suplementos o alimentos fortificados para ayudarnos a alcanzar los 10 microgramos de vitamina D por día, especialmente de octubre a abril, ya que es difícil obtener suficiente vitamina D solo con la dieta. Una nueva investigación ha sugerido que “hay poca justificación para usar suplementos de vitamina D para mantener o mejorar la salud musculoesquelética”. Esto se relacionó con adultos de 18 años o más que recibieron suplementos. No entre en pánico de ninguna manera. Es posible que necesite un suplemento. ¡Primero busque un profesional calificado! Las recomendaciones actuales enfatizan que las fuentes dietéticas son importantes. Ya sea huevos revueltos, tostadas de caballa, risotto de champiñones o un batido fortificado, ¡disfrute de la vitamina D de su dieta!